Y así, suavemente,
como si el tiempo no existiera (que de hecho no existe)
curva el pincel formando un rústico círculo en mi frente,
No recuerdo cuantas veces se la paso superponiendo
ese espeso círculo en lo que hoy será mi rostro...
supongo que las suficientes.
El hecho es que en un momento, improvisa un punto,
da posiciòn a mi pupila y termina la obra.
Su obra, la obra que no se si sabrá
fue la mas importante de mi vida.
En ese momento, por primera vez en tantos años de existencia
veo...
Y lo primero que veo es el rostro atento de unos ojos negros y tristes
y una boca sonriente ancha, muy ancha...
He aquí, uno de mis tantos nacimientos
Y he aquì, mi padre, mi creador
Que sin mas, se va, despreocupado
Con su pincel y su tinta china.
Si quisiera que lo siguiera, me hubiera puesto piernas.
Si quisiera que le hable, me hubiera puesto boca.
Pero lo único, se ve, es que quería que vea...
Que no es poco, no es para nada poco.
Y en silencio (mi lengua) le agradezco
Durante milenios me supe abstraí con mi quietud
y no me di cuenta de todo esto.
Es demasiado lo nuevo, es demasiada verdad,
complejo entender que cosa es esto de "ver"
pero lo dejaremos para después...
Mi nombre es Dukkân, y soy un adoquìn de granito.
Tengo alrededor de 3.000.000.000 años
Mi ubicaciòn actual es el parque Sarmiento.
Mi vocación a partir de hoy es ser un observador
Por que es lo que mi padre quería.
Por que no se hacer otra cosa.
Por que es lo que me gusta.
Y además, por que ver es simplemente
fascinante...
